martes, 23 de agosto de 2011

visiones infantiles


¿Cómo basamos nuestra vida futura en simples decisiones infantiles?

Cuando somos niños nos preguntan una y mil veces sobre qué es lo que queremos ser cuando seamos mayores, pregunta a la que respondemos con una profesión cercana a nosotros o de la que hemos aprendido algo recientemente.

Cuando íbamos de excursión al parque de bomberos todos queríamos ser bomberos, cuando íbamos al zoo, queríamos ser veterinarios, cuando simplemente estábamos en el cole, profesores o el siempre recurrido futbolista, policía o astronauta.

Todo nos gustaba, éramos seres moldeables que se adaptaban a cualquier cosa sin poner pegas. Teníamos un mundo de posibilidades abierto ante nuestros ojos.

Pero conforme nos hacemos mayores, rechazamos ciertas profesiones para fijarnos en otras, nuestras prioridades cambian. Ahora nos especializamos más, pensamos fríamente sobre nuestro futuro, sobre nuestras posibilidades, pensamos en el sueldo que tendremos, en las vacaciones de las que podremos disfrutar o en el horario de trabajo.
Esos sueños infantiles quedan delegados al rincón de los recuerdos.

Muy pocas personas pueden decir que han seguido los pasos que planearon cuando eran pequeños.

Llegado a una edad, los 20 o 30, todos nos paramos a reflexionar y nos preguntamos qué hemos hecho con nuestra vida, si esto es lo que verdaderamente queremos hacer o hemos seguido unas pautas que nos han impuesto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sichurri, tú ya lo tenías claro desde preescolar. La única duda era la especialidad, que cambiabas todos los años. Bss f y a desde Burgos de dos personas que te quieren mucho.