Poca decisión

Todos tenemos la autoestima por las nubes.
Creemos que somos buenas personas, que ayudamos a los demás, que nunca le haríamos daño a nadie.
Creemos que tenemos las ideas claras y que nunca daríamos nuestro brazo a torcer por nuestras convicciones.

Pero, ¿realmente somos así?

En cuanto nos llega una situación que nos supera es cuando vemos cómo somos verdaderamente. Y ahí es cuando se nos cae el mito.
No tenemos las ideas claras, haríamos lo que fuera por conseguir lo que queremos, pisotearíamos a quien fuese por llegar a la cima y sobretodo, caeríamos una y otra vez en errores ya cometidos por el simple hecho de seguir nuestros instintos humanos.

Cuan equivocados estamos con respecto a nosotros mismos. Ni el bueno es tan bueno, ni el malo es tan malo.

¿Y qué me decis de esa sensación de malestar con uno mismo cuando sabes que has hecho algo mal y te arrepientes? ¿Cuando sabes que eso que has hecho estaba mal y "sobraba"?
Pero somos débiles, de carne y hueso, y de los errores cometidos lo único que se aprende es a levantarse y seguir andando, y cada error nos hará más fuertes.